El tendón de Aquiles es el tendón más grande y fuerte del cuerpo humano. Se encuentra en la parte posterior de la pierna, conectando los músculos de la pantorrilla (el músculo gastrocnemio y el músculo sóleo) con el hueso del talón (calcáneo).
El tendón de Aquiles tiene un papel muy importante en la movilidad y el movimiento del pie. Permite la flexión plantar del pie, que es el movimiento de empujar el pie hacia abajo, y contribuye a la propulsión y al impulso al caminar, saltar o correr.
El tendón de Aquiles puede sufrir lesiones por diversas razones, como una sobrecarga de la actividad física, un estiramiento brusco o excesivo, o por el envejecimiento. Las lesiones más comunes del tendón de Aquiles son:
Los síntomas comunes de una lesión en el tendón de Aquiles incluyen dolor en el talón o en la parte posterior de la pierna, hinchazón, rigidez y dificultad para caminar o mover el pie.
El tratamiento para una lesión en el tendón de Aquiles generalmente incluye reposo, hielo, compresión, elevación, fisioterapia y el uso de dispositivos ortopédicos como taloneras o férulas para inmovilizar el pie. En casos más graves, como una ruptura completa del tendón, puede requerirse cirugía.
Es importante buscar atención médica si se experimenta dolor persistente en el tendón de Aquiles o si se sospecha de una lesión, ya que el tratamiento adecuado puede prevenir complicaciones y acelerar la recuperación.
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